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sábado, 13 de marzo de 2010

¿CONTROL SOCIAL O CAPATAZGO?

Desde el ascenso al gobierno del hermano indígena Juan Evo Morales Ayma, en Bolivia hubo ciertos cambios coyunturales y estructurales; muchos de ellos de alguna manera no se encaminaron hacia un sentido positivo y fructífero. A pesar que, la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional, en el Artículo 8 afirma que “el Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma tamaña (vivr bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)”.
Sin embargo, lo que sucede es que cada sector social, organización sindical originaria y agrupaciones de cualquier índole, pretenden imponer sus percepciones, intereses, planteamientos y visiones, sin pensar en los perjuicios que pueden causar a los demás. Lo que es claro es que, todo el mundo quiere acceder a los poderes del gobierno, a los ministerios, a la administración de instituciones públicas y cualquier órgano estatal. Así es como, hoy tenemos muchos dignatarios y políticos por ocasión y no por vocación.
Ahora, lo que se está enraizando, causando desajustes y desequilibrios en trabajo y desarrollo armónico, es el capatazgo que ejercen algunas organizaciones sociales a título de CONTROL SOCIAL. Esta realidad más se siente en las áreas rurales, en el aspecto educativo, entre los Campesinos y el Magisterio; puesto que, en estos últimos años los profesores se han visto vulnerados en sus derechos, discriminados, injuriados y afectados en sus fuentes de trabajo. Pues las Juntas Escolares, en alianza con algunos Directores y Distritales, en lugar de coordinar, coadyuvar y trabajar mancomunadamente con los docentes y administrativos de las Unidades Educativas, se dan el lujo de imponer sus intereses, antojos, ocurrencias y visiones equivocadas; aducen que hacen el control social, como si el docente fuese un inconciente, aprovechado y sin ética profesional. El control social no simplemente significa controlar como un capataz el quehacer del docente; sino abarca más allá, así como ver y analizar las leyes educativas, visiones del currículo, mejorara la infraestructura y mobiliario de la institución, coordinar con los padres de familia, autoridades, docentes y Directores para mejorar la calidad educativa y no armar desequilibrios que inducen a los retrocesos.
Es más en algunas escuelas observan a los profesores y piden su cambio sin razones ni fundamentos; por ejemplo es delito organizarse en sindicatos de maestros, tener movilidad, pedir permiso, viajar fines de semanas y más que todo haber sido maestro, etc. Piensan que el maestro proviene de una sociedad dominadora, acaudalada y que va a las comunidades a hacer nada, sólo a aprovecharse. Sin embargo, estas apreciaciones son falsas, porque el maestro rural es hijo de campesinos, indígenas y aymaras, él sabe qué es pasar hambre, caminar distancias extremas, arar la tierra, padecer en pobreza y sufrir las inclemencias de la naturaleza. El profesor del campo y provincias no es enemigo de de sus propios hermanos, sino es un gestor de educación que quiere el surgimiento y superación de su gente; por eso no merece ser tratado como un déspota o extraño en su propia patria.
¿Por qué pelearnos entre hermanos?, ¿qué ganamos con esto?, ¿no será mejor trabajar juntos y buscar una vida armoniosa entre todos? Al decir verdad, es muy beneficioso unirnos y trabajar juntos, pensar en el futuro de nuestros hijos y así forjar un país competitivo y desarrollado.
Prof. René G. Soto Pelaise









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